Juicio político y calidad ciudadana van de la mano en la operación eficiente de una comunidad política, en particular si se trata de una comunidad democrática, y más aún si se trata de una comunidad que se rige por el modelo o patrón de la democracia representativa.
En las democracias representativas la voluntad popular es una voluntad representada. Y la representación la ejercen quienes resultan elegidos por la voluntad popular en los comicios.
De ahí la enorme importancia que el juicio que emite el ciudadano sobre el desempeño o performance de sus representantes se base en información debidamente depurada y eximida de apreciaciones interesadas de quienes la transmiten.
Si el juicio ciudadano sobre el desempeño de una democracia representativa es insuficientemente fundado la sobrevivencia del régimen representativo se deteriora, precipita y desmorona irremediablemente. De ahí la sustancial importancia de la calidad de la opinión y del juicio político del representado, para evitar caer en apreciaciones ligeras, al margen de las posibilidades del funcionamiento del modelo representativo de democracia.
Estos son los temas que apretadamente aborda César Delgado-Guembes en este videopodcast en su columna de El Montonero.
