La exposición que realiza César Delgado-Guembes sobre la inmunidad parlamentaria se produce para cumplir con el pedido de opinión que le solicitó la Comisión de Constitución sobre los proyectos presentados en el Congreso de la República, con los que se proponía o eliminar la inmunidad parlamentaria, o reemplazar al Congreso en el proceso de levantamiento de la inmunidad por un órgano no representativo, como podría serlo la Corte Suprema, la Junta Nacional de Justicia, o el Tribunal Constitucional. La presentación de Delgado-Guembes se divide en siete puntos: 1- Finalidad constitucional de la inmunidad; 2- El antecedente inmediato del proceso de reforma del artículo 93 de la Constitución; 3- El diagnóstico causal de las propuestas de reforma de la inmunidad; 4- Los motivos invocados para proponer la eliminación de la inmunidad; 5- Los motivos invocados para trasladar el levantamiento de la inmunidad a órganos no representativos; 6- Evaluación de las propuestas de reforma; y, 7-Sobre la etiología del mal representativo. La posición central que comunica es que ni la eliminación de la inmunidad ni el reemplazo del Congreso por otro órgano no representativo en el levantamiento de la inmunidad son una solución ni eficiente, ni racional, ni constitucional, porque, primero, se carece de hechos que permitan contar con la certeza o con mínimos básicos de seguridad que quien quiera que tuviera que levantar la inmunidad procederán con mayor imparcialidad, neutralidad o celeridad. La apreciación eje de Delgado-Guembes es que la causa del abuso y de las disfuncionalidades en el uso de la inmunidad obedece a un mal más profundo, que se origina con la falta de compromiso de los partidos políticos con la preparación de los candidatos para que cuenten con las competencias constitucionales, personales, morales y estatales indispensables para cumplir apropiadamente el mandato y la función propia del cargo representativo. Perder de vista cuál es la causa del síntoma molesto que es la disfuncionalidad y el abuso de la prerrogativa, obvia y lógicamente, no eliminará lo que molesta… y los cambios que se pretendan y propongan no harán sino mantener lo mismo que genera las mismas miserias que se pretenden erradicar con propuestas inefectivas para ese fin.